Pavimento Miró

La Rambla - Pla de la Boqueria

Diseño: Joan Miró, firmada
Materiales: Pavimento de losas de terrazo realizadas con mezcla de cemento blanco teñido con cristales de color triturados
Inauguración: 30 de diciembre 1976

Cuando en 1968 se le propuso a Joan Miró (1.893-1.983) el diseño de un mural para la nueva terminal del aeropuerto de Barcelona, ​​no sólo aceptó el encargo, sino que prometió que haría para la ciudad tres obras que darían la bienvenida a los viajeros que llegaran por tierra, mar y aire. Cumplió su promesa, con unos plazos de seis años en seis años, y cada una de estas obras, de características muy diferentes, saludan a los visitantes que vienen volando (el mural, realizado en cerámica por Llorens Artigas, quedó colocado en septiembre de 1970); quienes llegan por mar, con el pavimento del Plan de la Boqueria, inaugurado el 30 de diciembre de 1976, y los que entran en Barcelona con vehículo terrestre por la Gran Vía, con la monumental y fálica escultura Mujer-seta con sombrero de luna, más conocida como Mujer y pájaro, en el Parque del Matadero -ahora de Joan Miró desde abril de 1983.

Siguiendo la voluntad del artista, el pavimento de Miró en el Plan del Oso o Pla de la Boqueria no ha sido protegido como una pieza de museo que no se debe tocar, sino que se limita a cumplir la misión de cualquier pavimento: ser pisado y acumular sobre su superficie todo tipo de inmundicias, y entre éstas los chicles que los servicios de limpieza deben ir despegando ocupan un lugar preferente. A menudo incluso queda escondido a los ojos de los peatones, para que se ponen sobre paradas de alguna feria ocasional. Ha aguantado bien todas las agresiones gracias a la excelente realización técnica del hijo de Llorens Artigas, Joan Gardy-Artigas, y al trabajo de los talleres Escofet, especializados en piezas de terrazo.

Siguiendo la voluntad del artista, el pavimento de Miró en el Plan del Oso o Pla de la Boqueria no ha sido protegido como una pieza de museo que no se debe tocar, sino que se limita a cumplir la misión de cualquier pavimento: ser pisado y acumular sobre su superficie todo tipo de inmundicias, y entre éstas los chicles que los servicios de limpieza deben ir despegando ocupan un lugar preferente. A menudo incluso queda escondido a los ojos de los peatones, para que se ponen sobre paradas de alguna feria ocasional. La excelencia • lento realización técnica del hijo de Llorens Artigas, Joan Gardy-Artigas, y los talleres Escofet, especializados en pavimentos de calle y mobiliario urbano, le hace resistir bastante bien las agresiones cotidianas, pero aún así ha sido necesario ir haciendo reparaciones periódicas, sobre todo de las piezas de color azul, que son las que más fácilmente se deterioran. En 1992 se hizo una sustitución importante de piezas de este color y en 2007 se tuvieron que volver a cambiar, y también de las de color amarillo y rojo. Para conseguir una alineación perfecta de las piezas nuevas con las antiguas se utilizaron fotos aéreas.

Miró no vio el monumento hasta después de un mes de su colocación, y se quedó un rato en la Rambla escuchando las reacciones de los que pasaban. Era el viernes 14 de enero de 1977. Un albañil se detuvo y le dijo que estaba mal puestas las baldosas, y Miró le contestó: "No sabe lo que me costó convencer a los operarios para que pusieran de manera irregular las piezas ...! ".

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