Jaume Salvador

El edificio de estilo neoclásico que alberga el Museo de Geología de Barcelona es una construcción simétrica con un pórtico de entrada coronado por un frontón que apoya sobre cuatro columnas de orden jónico. En la fachada principal, flanqueando la escalinata de acceso al interior, están las estatuas de dos personajes sentados, de tamaño mayor que el natural, esculpidas por Eduard B. Alentorn. La figura que ahora nos ocupa representa el botánico y farmacéutico barcelonés Jaume Salvador i Pedrol (1649-1740), considerado el más representativo de un linaje de ilustres científicos y profesionales y que en 1697 fue elegido consejero de la ciudad de Barcelona.

De estilo realista, esta obra muestra el dominio de la técnica de la escultura en mármol que tenía su autor, especialmente visible en la cuidadosa reproducción, tanto de la silla donde está sentado el personaje representado, como en la perfecta imitación de los pliegues de la indumentaria que viste. El científico fue plasmado sosteniendo una rama con varias hojas, con un libro o bloc de notas sobre el muslo y con diversas tipologías de plantas alrededor, elementos que hacen alusión a su faceta de estudioso de las ciencias naturales que reunió un magnífico herbario. Tanto el puesto distendido del personaje, con la cabeza girada mirando a la derecha, como su rostro de expresión elocuente, transmiten un dinamismo que aleja esta figura de la rigidez que muestran otras obras realizadas por escultores inexpertos. Hay que decir que la modalidad de la figura sentada es una variante relativamente infrecuente como tipología en las estatuas principales de los monumentos. De hecho, su aparición, como hizo notar Carlos Reyero en el estudio sobre la escultura conmemorativa en España, fue consecuencia de las modas realistas y suele aplicarse a personajes en los que la actitud sedente constituye una dimensión representativa como escritores, artistas o investigadores científicos, a los que se asocia la tranquilidad y el gesto abstraído con la reflexión interior.